IGLESIA DE QUINTANA DE VALDIVIELSO
Está situada en la parte baja de la población y a juzgar por su estilo, su construcción pudo comenzar en el siglo XVI y terminar en el siguiente. Su portada es ojival sencilla; la torre de espadaña moderna.
Consta de una nave bien construida, con bóveda de crucería de piedra en sus tres tramos y ábside del tipo más frecuente en su tiempo.
En el segundo tramo se abren dos capillitas igualmente abovedadas, en una de las cuales, la del Santo Cristo, hay un lindo retablo gótico del siglo XVI, con su guardapolvo de tracería muy delicada y dorada y una imagen de la Virgen y el Niño. Está pintado al gusto del Renacimiento en las bandas, donde aparecen dos escudos, que indican la familia del donante: el primero es cuartelado, con cuatro lises y una rueda alternando, propio de la casa de Rueda (Villarcayo); el segundo tiene encina con dos calderas y un lobo pasante al pie, que puede ser de los Mata.
A ambos lados del presbiterio se abren dos capillas semejantes entre sí: una, a la derecha, con blasones de la familia de los Díez de Rozas, y otra, a la izquierda, sin blasones.
La primera, llevaba inscripción relativa a su fundación, que está cancelada, pero han quedado los escudos: uno, con las diez cabezas de moros, con la estrella, propia de los Díez de Rozas, con tres árboles, león, encina con dos lobos empinados y castillo formal de tres torres. Al exterior se ven, ovalados y partidos en pal. Sus blasones son diez cabezas de moros, con estrella y lagartija y árbol con lobo pasante en el primero; el segundo lleva tres árboles, un león y un castillo, que, como se ve, son los propios de aquellas familias y sus enlaces. Perteneció a la familia de Díez Trechuelo, últimamente.
Está situada en la parte baja de la población y a juzgar por su estilo, su construcción pudo comenzar en el siglo XVI y terminar en el siguiente. Su portada es ojival sencilla; la torre de espadaña moderna.
Consta de una nave bien construida, con bóveda de crucería de piedra en sus tres tramos y ábside del tipo más frecuente en su tiempo.
En el segundo tramo se abren dos capillitas igualmente abovedadas, en una de las cuales, la del Santo Cristo, hay un lindo retablo gótico del siglo XVI, con su guardapolvo de tracería muy delicada y dorada y una imagen de la Virgen y el Niño. Está pintado al gusto del Renacimiento en las bandas, donde aparecen dos escudos, que indican la familia del donante: el primero es cuartelado, con cuatro lises y una rueda alternando, propio de la casa de Rueda (Villarcayo); el segundo tiene encina con dos calderas y un lobo pasante al pie, que puede ser de los Mata.
A ambos lados del presbiterio se abren dos capillas semejantes entre sí: una, a la derecha, con blasones de la familia de los Díez de Rozas, y otra, a la izquierda, sin blasones.
La primera, llevaba inscripción relativa a su fundación, que está cancelada, pero han quedado los escudos: uno, con las diez cabezas de moros, con la estrella, propia de los Díez de Rozas, con tres árboles, león, encina con dos lobos empinados y castillo formal de tres torres. Al exterior se ven, ovalados y partidos en pal. Sus blasones son diez cabezas de moros, con estrella y lagartija y árbol con lobo pasante en el primero; el segundo lleva tres árboles, un león y un castillo, que, como se ve, son los propios de aquellas familias y sus enlaces. Perteneció a la familia de Díez Trechuelo, últimamente.
La segunda no lleva blasones, ni inscripción, pero por un apeo de los bienes pertenecientes al mayorazgo y casa de Loja, hecho en 1782 (depositado en casa del Sr. Marquina, en Valdenoceda), parece que la capilla era propiedad de esta casa. En este documento la capilla queda descrita cómo sigue:” Capilla al lado del Evangelio, ochavada, de piedra sillería de la fábrica de la misma capilla mayor, con su crucero de labores y nicho, donde tiene su retablo a lo antiguo, todo de pinturas, bastante ajado, con tres lápidas y entierros para los Señores de la citada casa, y otra capilla en la misma iglesia, más debajo de la anterior, con su arco toral, de la advocación de la Concepción y otros Santos, retablo antiguo y viejo, con tres escudos en el crucero y armas de los Señores de la casa citada de Loja y su escudo de piedra fuera del dicho arco al cuerpo de la iglesia y dos lápidas de entierros en ellas”.
El retablo mayor es del siglo XVII. En su base se representan en medio-relieve, la coronación de espinas de Nuestro Señor Jesucristo, la flagelación, oración y prisión en el huerto, alternando con cuatro imágenes de Santos.
En el primer cuerpo están las estatuas de Santiago y San Andrés y el sagrario de dos zonas; las pilastras se adornan con bellísimas estatuitas y a ambos extremos aparecen los bajo- relieves de la Cena y Jesús con la cruz a cuestas.
El segundo, tiene en el centro la estatua del titular San Millán; a los lados, las de San Cristóbal y Santa Ana, y en la banda, los medio-relieves de la Anunciación de la Virgen y Adoración de los Pastores.
El tercero está ocupado por la Asunción de Nuestra Señora y las estatuas de San Bartolomé y otro apóstol, acompañadas de dos bellos escudos con dos figuras de santos en bajo-relieves.
Por último, se ve la imagen del Crucificado con las de la Virgen y San Juan, en marcos posteriores al retablo.
Cubriendo el espacio intermedio del arco triunfal con el altar, hay dos recuadros de estilo rococó; dos de ellos ostentan dos óvalos con imágenes de santos.
A los pies de la iglesia se encuentra una pila de concha. Es regalo de un hijo de Quintana, el Sr. Huidobro.
El templo mide 24 metros por 12,50 con las capillas y 7,20 sin ellas.
La sacristía, de forma heptagonal, tiene hermosa bóveda de crucería y en la cornisa que corre en torno a ella, se lee: A honra y gloria de Dios, esta sacristía se hizo siendo cura y beneficiado de esta iglesia el Licenciado Santiago Fernández, año de 1645.
Bibliografía utilizada
Julián García Sainz De Baranda, Luciano Huidobro Serna “ Apuntes descriptivos, históricos y arqueológicos de la Merindad de Valdivielso”. Imprenta El Castellano, 1930.
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