domingo, 9 de octubre de 2011

EXPLOTACIÓN DE HIDROCARBUROS EN EL NORTE DE BURGOS




En el BOE de 29 de septiembre de 2011, ha salido publicada una autorización de investigación y exploración de hidrocarburos en el norte de la provincia de Burgos, comprendiendo una buena parte de las Merindades, incluido el Valle de Valdivielso. Parece ser que uno de los objetivos de la empresa adjudicataria es valorar la posibilidad de explotar el gas metano contenido en las rocas, mediante una técnica conocida como "Fracturación Hidráulica" o "Fracking" en inglés. Se trata de una técnica muy agresiva con el entorno que se basa en la inyección de agua, combinada con una gran variedad de productos químicos, en el terreno, a grandes presiones con objeto de forzar la ascensión y salida del gas. Consume muchísima agua, utiliza compuestos químicos tóxicos, contamina los acuíferos, moviliza material radiactivo que pudiera estar de forma natural en las rocas, genera residuos difíciles de gestionar, puede contribuir a la aparición de microseismos.



Parece que en Cantabria se han concedido permisos de investigación de este tipo que afectan a diferentes zonas de su territorio. Allí la gente ya se está movilizando contra la "Fracturación Hidráulica". Esto lo podéis consultar en la siguiente web:






Aquí también podéis ver un video sobre los efectos de esta técnica en los Estados Unidos, que es el país donde se ha implantado en primer lugar, queriendo ahora extender su uso a los paises europeos, entre ellos España.



Parece ser que Francia ya ha prohibido el uso de esta técnica en su territorio.



Existe un documental que habla de la problemática del "Fracking" en los Estados Unidos, se llama "Gasland".








domingo, 10 de octubre de 2010

HISTORIA DE LA CASTILLA CONDAL.

FUNDACIÓN DE BURGOS.

EL REINO DE CASTILLA.

El primer conde de Castilla (del que se tiene constancia documentada) fue Rodrigo (850-873). Sus dominios abarcaban los valles de las actuales Merindades, las fuentes del Ebro y parte de las montañas de Palencia. Por mandato del rey Ordoño recupera y fortifica la ciudad de Amaya Patricia y Pancorvo. La línea de defensas del condado se completa con fortalezas en Urbel del Castillo, Moradillo, Castillo de Rucios, Castil de Lences, Castil de Peones y la fortaleza de Poza. Ayudado por los guerreros de Castilla impuso en el trono de Asturias a Alfonso III.


A Rodrigo le sucede su hijo Diego Rodríguez (873-890) (apodado Porcelos no se sabe por qué) que trasladó la frontera castellana al foso del río Arlanzón. Levantó fortalezas en el límite oriental del condado: Cellorigo, Cerezo, Ibrillo y Grañón, cerrando el vacío de defensas naturales entre los montes Obarenes y la sierra de la Demanda. Activó la colonización en las orillas del río Tirón y en las estribaciones de los montes de Oca, restaurando esta ciudad y fundando el monasterio de San Félix donde dispuso su enterramiento. Las antiguas calzadas romanas aquitania y tarraconense que unían Burdeos, Zaragoza y Astorga, y por las que penetraban las incursiones musulmanas, quedan bajo el dominio cristiano. Toda la Bureba está protegida.


Estatua ecuestre de Diego Rodríguez (Burgos)

En el occidente del condado el escudo defensivo se desplaza desde Amaya a Castrojeriz, población conquistada por Nuño Núñez. Se levantan fortalezas en Torres de Villandino, Castrillo Matajudíos y de Murcia, Torres de Hornillos y Tardajos, asegurando la comarca, donde el conde funda Villadiego en el 884.

Alfonso III ordena cerrar el flanco sur y las tropas del conde fundan Ubierna y Burgos (884).

Era entonces Castilla un pequeño rincón:
era de castellanos Montes de Oca monjón
y, de la otra parte, Fitero al fondón.
Moros tenía Carazo en aquella ocasión

Un cronista de la época sitúa la muerte del conde en Cornudilla en el año 890.

A principios del siglo X Burgos es llamada ciudad y urbe. El Arlanzón es cultivado en todo su curso y los repobladores se extienden por todo el campo de Muñó. Se fundan las abadías de Cardeña (899) y Arlanza (912). En este período conviven en Castilla tres personajes que se hacen llamar condes:

Nuño Núñez, el reconquistador de Castrojeriz.

Gonzalo Fernández, reconquistador de las tierras viejas de Lara. Levanta el castillo del Picón de Lara, funda un alfoz y patrocina la abadía de San Pedro de Arlanza.

Gonzalo Téllez, defensor de las tierras castellanas del Tirón, del Oja y del Ebro alavés. Aparece como conde de Cerezo y Lantarón.

A la muerte del rey Afonso III, sube al trono su hijo García. Es el momento de una nueva ofensiva castellana que sitúe la frontera en el foso del Duero. Así en la primavera del 912, los tres condes, conocidos como “los tres condes de la gran marcha” inician el ataque:

§ Gonzalo Téllez avanza desde sus castillos de Cerezo y Grañón por la sierra burgalesa, y cae sobre la ciudad de Osma.

§ Desde Castrojeriz parte Nuño Núñez siguiendo las calzadas romanas que venían desde el sur a Palenzuela y Sasamón y pasaban el Duero por Roa, villa que fue conquistada.

§ Por el centro avanzó el conde de Lara, siguiendo el camino que los romanos habían trazado entre el Ebro y Clunia, que fue recuperada. A la altura de Peñaranda el conde divide a sus hombres en dos columnas: la primera sigue a la derecha y conquista la fortaleza de Aza; la segunda gira a la izquierda y, a legua y media de Osma, levanta la fortaleza de San Esteban. La actual provincia de Burgos había sido reconquistada.

Fernán González probablemente nació en el castillo condal de Lara. El 28 de enero del año 929 aparece por primera vez en la historia firmando un documento en el que se presenta como conde de Lara. Del año 969 es el último testimonio escrito del conde; aquí se firma “conde de Castilla por la gracia de Dios”. Cuarenta años de gobierno fernangonzalianos. Fernán González unifica el territorio castellano bajo el mandato de un único conde, pues cuando aparece en la escena política había condes en Amaya, en Castrojeriz, en Muñó, en Lantarón, en Cerezo, en Pancorvo, en Oca, en Lara, en Alava, en Burgos, etc. El amor aportó Alava y Vizcaya pues Sancha era condesa de Cerezo y Lantarón.

La Castilla de los primeros días estuvo a cargo de los jueces (Laín Calvo y Nuño Rasura) y autoridades puestas por los Reyes de León. Entre los años 938 y 942 el conde Fernán Gonzalez proclama la independencia del condado de Castilla respecto al reino de León y organiza el territorio dividiéndolo en siete Merindades: Castilla Vieja, Valdivielso, Cuesta-Urria, Losa, Montija, Sotoscueva y Valdeporres, cada una de ellas gobernada por un merino. Había dos clases de merinos: los mayores o adelantados y los menores. Los primeros eran las verdaderas autoridades y equivalían a los antiguos condes, actuando como jueces, gobernadores y capitanes. Los menores eran nombrados por el merino mayor y actuaban por delegación de éste.

Con el paso del tiempo se crean las Merindades Mayores de Castilla, entre las que estaba la Merindad Mayor de Castilla Vieja que englobaba a las siete iniciales o antiguas. El ayuntamiento de esta Merindad Mayor se ubicaba en Medina de Pomar, antigua Medina de Castilla Veteris, y estaba formado por regidores y procuradores generales de cada
Merindad presididos por el alcalde mayor. Las reuniones en Medina se celebraban en el campo del Rollo.

Los moros atacaron Castilla en el 953 destruyendo Burgos y Cardeña, martirizando a los monjes.
El conde Fernán González participó en la batalla de Simancas en la que el ejército califal fue derrotado. Peleó contra navarros y leoneses, y tanto unos como otros lo apresaron.

“quiso Dios al buen Conde esta gracia fazer
que moros nin cristianos non le podían vencer”

A Fernán González le sucede su tercer hijo García Fernández (970-995), pues los dos primeros murieron, muy probablemente, en el campo de batalla. Ha pasado a la historia como el conde “de las manos blancas”.Al ocupar el trono condal estaba casado con Ava, hija del conde de Ribagorza. Durante su mandato, Gonzalo Gustios, padre de los siete infantes de Lara, recibe la orden de poblar Salas. Castrojeriz recibe el fuero de la caballería villana, por el que asciende a la categoría de caballero el labrador o el soldado que pueda acudir a la llamada militar (fonsado) con un caballo. Creó el infantado de Covarrubias (24 de noviembre de 978)

García Fernández realizó incursiones por tierras de Soria y Guadalajara. En el 975 participa junto con leoneses y navarros en el fracasado asedio de la fortaleza de Gormaz. Se enfrentó al temible Almanzor que destruyó las ciudades de Barcelona, Pamplona, León y Santiago de Compostela (de donde se llevó las campanas de la catedral a Córdoba). Murió alcanzado por una lanza en el 995, en la batalla de Alcozar.

A García Fernández le sucede su hijo Sancho García (995-1017) que se ve en la obligación de pactar con Almanzor, quedando la frontera castellana de nuevo en el foso del Arlanza (se perdieron las plazas de Atienza, Tarancueña, Gormaz, San Esteban, Osma, Sepúlveda, Cuellar, Aza y seguramente Clunia y Roa). También se tuvieron que pagar tributos y el conde entregó a su hermana Oneca al hagib. En el verano del año 1000 el conde anunció que si Almanzor quería cobrar los tributos castellanos debía ir en persona a recogerlos, así que éste salió con sus 20.000 veteranos contra Castilla. Don Sancho fortificó las plazas del Arlanza y espero al moro en los montes de Carazo y de Cervera. El 30 de julio se trabó el combate y los castellanos tuvieron que retirarse a la orilla derecha del Arlanza, pero el ejército de Almanzor sufrió muchas bajas. Aquella jornada se conoce con el nombre de “Arrancada de Cervera”. En junio de 1002 Almanzor volvió a atacar Castilla. Hasta Clunia todo le fue bien, pero a partir de esta ciudad las tropas de Don Sancho comenzaron a hostigar sus flancos. En Salas, Almanzor decidió el objetivo final de la campaña: el monasterio de San Millán de la Cogolla, el cual fue destruido. En la llanada de Calatañazor las tropas castellanas castigaron duramente a los moros, pues como cuenta la tradición: “En Calatañazor, Almanzor perdió el tambor”. Almanzor llegó a Medinaceli donde murió a los pocos días (2 de agosto de 1002). Su muerte supuso la aparición de los reinos de taifas.
Castilla recuperó todas las plazas y castillos en la zona del Duero.

Sancho García funda el monasterio de San Salvador en Oña y deja como abadesa a su hija Tigridia. En este monasterio se representa el mes de agosto el Cronicón de Oña, haciendo un recorrido por toda la historia de la Castilla Condal.

En tiempos de Sancho García se establece que sean naturales de Espinosa de los Monteros los que guarden al rey. Esta tradición se ha mantenido, existiendo un regimiento de la guardia real que se llama así “Monteros de Espinosa”.


El hijo del conde Sancho García fallece y el condado de Castilla pasa a manos del rey de Navarra Sancho III, debido a su casamiento con doña Mayor, hija de Sancho García. A la muerte del rey navarro (enterrado en Oña) éste adjudica a su reino troncal, a Navarra, los antiguos límites de la provincia romana de Tarragona, pasando a Navarra: Alava, Vizcaya, Transmiera, Castilla la Vieja, Bureba y Oca, quedando la frontera con Castilla en Ibeas, Olmos de Atapuerca, Hurones, Vivar, Huérmeces, etc. Con este testamento Castilla veía ampliamente reducido su territorio. El reino de Navarra, con su nueva ampliación, es heredado por García; y Castilla es la herencia de Fernando, que se convierte en el primer rey de la nueva corona de Castilla. Los territorios de León y Galicia fueron la herencia de los otros hijos de Sancho III: Ramiro y Gonzalo.

Fernando I de Castilla no podía tolerar la reducción de los territorios castellanos, así y después de recuperar los territorios de Galicia y León, se enfrenta con su hermano García en la batalla de Atapuerca (recreada por los vecinos de Atapuerca durante el mes de agosto), el 1 de septiembre de 1054. García muere en el transcurso del combate, dicen que herido por un caballero navarro que estaba en desacuerdo con su rey. En la recuperación de los territorios que estaban en manos de los navarros, participó Diego Lainez (padre del Cid) con sus guerreros de Vivar: recuperó Ubierna, La Piedra, Urbel del Castillo, Monasterio de Rodilla, Castil de Peones, Briviesca, Castil de Lences, Poza y Oña. El 31 de agosto de 1056 Fernando I estaba en Oña.

A la muerte de Fernando I, los territorios se repartieron de la siguiente forma entre sus hijos: Sancho (Sancho II) recibió Castilla; Alfonso (Alfonso VI), León; y García, Galicia. A las órdenes del rey Sancho II (que pasaría a la historia como “el fuerte”) se encontraba Rodrigo Díaz de Vivar, hijo de Diego Lainez, que con sólo veinte y pocos años era Alférez mayor del reino. Sancho II peleó contra los navarros y los aragoneses; también asedió Zaragoza y cobró un tributo a su rey. El 19 de julio de 1068 los ejércitos de Sancho y Alfonso se enfrentaron en Llantada a orillas del Pisuerga; el vencedor se apoderaría del trono del vencido. Vencieron los castellanos, pero Alfonso huyó y no aceptó el resultado. Más tarde ambos reyes decidieron repartirse el reino de Galicia, despojando a su hermano García de sus posesiones.

Hubo otro encontronazo entre las huestes de Alfonso y don Sancho en Golpejera (Palencia), en el que los leoneses fueron derrotados y Alfonso hecho prisionero. Quedaba así Sancho como único rey del norte cristiano. La hermana de Sancho, doña Urraca, intrigaba desde la ciudad amurallada de Zamora, contra su hermano, así que éste se presentó ante sus recios muros con intención de aplicar un severo castigo. Allí el 7 de octubre de 1072, Vellido Adolfo atravesó el pecho del rey con una lanza. De esta manera Alfonso, que estaba desterrado en Toledo, sería el nuevo rey. Los restos del rey Sancho fueron trasladados a Oña, sobre su sepulcro quedó escrito:


Iglesia de Santa Águeda

En esta tumba, convertido en polvo y sombra, está encerrado Sancho, guapo como Paris y tan feroz como Héctor. Una mujer de mente cruel, que además era su hermana, le quitó la vida y, despreciada la ley, no lloró al hermano muerto…. Un traidor mató a este rey, en la ciudad de Zamora, por mano de Vellido Adolfo, aconsejado por Urraca, la hermana.

Ante esta situación, dice la leyenda que para despejar todo tipo de dudas que pudiera haber acerca de la participación de Alfonso en la muerte de su hermano Sancho, Rodrigo Díaz de Vivar hizo jurar solemnemente al nuevo rey, Alfonso VI, que no había tomado parte en la muerte de Sancho. Dice la leyenda que esto ocurrió en Burgos, en la iglesia de Santa Gadea (Santa Águeda), llamándosele por esto a este episodio “la jura de Santa Gadea”.

Estatua ecuestre del Cid (Burgos)

Rodrigo Díaz de Vivar se ganó el título de Campeador (Campidoctor), venciendo en duelo personal al Alférez del reino de Navarra, Jimeno Garcés. Hay historiadores que piensan que la animadversión que tuvo el rey Alfonso hacia el Cid comienza cuando éste se decide a hacer una incursión por su cuenta en el reino taifa de Toledo, entonces aliado del rey Alfonso (será más tarde el propio Alfonso VI el que conquiste esta ciudad). Otros ven simplemente un odio visceral, fundamentado en la envidia. Sea como fuere, en el 1081 el Cid es desterrado por primera vez, dejando a su esposa, doña Jimena y a sus tres hijos, Diego, Cristina y María, en la abadía de San Pedro de Cardeña, regida por el abad San Sisebuto (en el puente de San Pablo hay una estatua dedicada a este abad). El destierro dura 6 años, durante los cuales el Cid y sus guerreros estuvieron al servicio del rey moro de Zaragoza Al-Mutamin, combatiendo contra sus enemigos.

En 1087 el Cid vuelve a Castilla, pero al poco tiempo marcha otra vez hacia Levante, donde se establece como protector del rey de Valencia Al-Cádir. Los reyezuelos de Albarracín y Alpuente se le someten y el Cid se convierte en el gran señor del Levante.


Estatuas de personajes cidianos en el puente de San Pablo (Burgos)

Los almorávides (monjes guerreros musulmanes del norte de África) pasan el estrecho en 1089; el rey Alfonso sale a su encuentro en Aledo, citando a las tropas del Cid para el combate. Parece que un error en los partes de situación impide a las huestes cidianas contactar con las tropas del rey; el rey se siente traicionado y manda encarcelar a la mujer y a los hijos del Cid; y a éste le destierra por segunda vez. Rodrigo (acompañado por sus capitanes: Alvar Fáñez, Alvaro Alvarez, Felix Muñoz, Pedro Bermúdez, Martín Antolinez, etc.) en los diez años siguientes se convierte en protector y señor de los reinos moros de Lérida, Tortosa, Valencia, Denia, Albarracín, Alpuente, etc.

El asesinato del rey de Valencia Al-Cádir, protegido del Cid, le sirvió de pretexto para atacar la ciudad: el asedio duro diecinueve meses, tras los cuales don Rodrigo se convirtió en rey de Valencia y su señora, doña Jimena, en reina de Valencia (15 de junio de1094). Los almorávides mandan un ejército enorme contra el Cid, pero éste les vence. Vuelven a atacar en 1097 y 1098, siendo rechazados.

El 10 de julio de 1099 muere el Cid en Valencia. Sus restos descansaron inicialmente en San Pedro de Cardeña, siendo luego trasladados a los pies del crucero de la catedral de Burgos.

Valencia volvería a manos musulmanas hasta que fue conquistada definitivamente por el rey Jaime I de Aragón. Existe un vínculo especial entre Burgos y Valencia que se mantiene vivo entre otras cosas, por la visita que hacen las falleras valencianas durante las fiestas de Burgos, visita que es correspondida por la presencia de nuestras reinas en las fallas.

martes, 29 de diciembre de 2009

jueves, 29 de enero de 2009

La autopista "Dos Mares" AP-69

Aqui van algunos recortes de prensa sobre la auopista "Dos Mares"





miércoles, 31 de diciembre de 2008

SUBIDA AL PICO SAN MAMÉS, EN LA SIERRA DE LA TESLA,
DESDE TARTALES DE LOS MONTES


La Sierra de la Tesla cierra el valle de Valdivielso en su cara septentrional. El pico San Mames se encuentra en las inmediaciones del portillo de Medina, llamado así porque era el paso que utilizaban los habitantes del valle para salvar las cumbres de la Tesla en su camino hacia Medina de Pomar, sobre todo los días de mercado, al que acudían a vender sus productos agrícolas transportados a lomos de mulas y burros.

El portillo de Medina

La siguiente ruta persigue el objetivo de llegar al pico San Mames partiendo de Tartales de los Montes.

Tartales de los Montes es un pequeño pueblo oculto tras el flanco rocoso meridional de la Sierra. Pinos y pastos constituían la principal fuente de recursos del pueblo debido a la escasez de tierras cultivables. Tartales cuenta con muy poquitos vecinos y parte de su caserío está abandonado o en ruinas. Posee una iglesia románica que conserva restos de gran valor.

En Hoz cogeremos la destartalada carretera que tras atravesar un túnel excavado en roca viva, se adentra en Tartales. A nuestra izquierda queda el antiguo lavadero, un poco más arriba, a nuestra derecha, las viejas escuelas, convertidas en vivienda; y a continuación el comienzo de la pista que conduce a Tartales de Cilla.

Carretera a Tartales

Sin abandonar la carretera llegaremos al recinto vallado de lo que era la bolera; y tomando la calle de la derecha nos encontraremos con la plaza del pueblo con su fuente central y algunas casas en las que pueden apreciarse elementos de la arquitectura tradicional de la zona.

Tomando como punto de partida la plaza, cogeremos la calle que la abandona por el lado opuesto a la fuente, para adentrarse en el pueblo. La calle desciende, asciende haciendo curva hacia la derecha y tras sobrepasar la última casa se transforma en una ancha pista de tierra. Si hacemos la ruta en época de lluvias nos encontraremos el primer tramo de la pista embarrado y con el firme irregular como resultado del paso del ganado vacuno que se cría en la zona.

La pista comienza su ascenso y se coloca paralela al arroyo de la Nava, estrechándose. Rebollos (Quercus pyrenaica), pinos resineros (Pinus pinaster), brezos, helechos…., acompañarán nuestra subida.

Más adelante la pista confluye con el cauce del arroyo y describe un giro a la izquierda, cruzándolo e iniciando un fuerte repecho. A nuestra derecha podremos ver algunos frutales (manzanos) en pequeñas parcelas que antaño se explotaban.
La pista y el arroyo se juntan

Hacia la izquierda




El pastizal y los pinos


La pista vuelve a ensancharse más arriba. Al llegar a una bifurcación tomaremos el camino estrecho de la izquierda. Pasaremos junto a un murete de piedras.

El camino se abre a un pastizal que recorreremos en toda su longitud hacia la izquierda, en paralelo a los riscos calizos de la Tesla. Al llegar al final de los pastos, en el cierre definido por unos pinos, giraremos a la derecha, desembocando en la pista forestal que discurre por la falda de la Tesla en toda su extensión. Giraremos a nuestra izquierda y seguiremos la pista durante unos 2 km hasta llegar a una zona en la que el espacio a ambos lados de la pista se hace mayor y en la que la falda de la montaña aparece pelada. Es aquí donde comienza el zig-zag que asciende hasta el portillo de Medina, identificable como una muesca en las cresterías de la Sierra.
La pista se ensancha
El zig-zag y el portillo

Subiendo por el sendero, si dirigimos nuestra mirada hacia el sur y el día está claro podremos apreciar, hacia el este: la mesa de Oña, el repetidor del pico Tablones, y más al fondo la Sierra de la Demanda; hacia el oeste: la muela de peña Amaya, y los picos más altos de la montaña palentina.

Una cruz blanca pintada en una roca nos recibe en el portillo. El espectáculo es admirable, ante nuestros ojos se abre una extensa panorámica de la provincia de Burgos: con la llanura de Medina de Pomar y Villarcayo, en primer término, atravesada por los ríos Trueba y Nela; hacia oriente el valle de Tobalina y el valle de Losa con el cierre norteño de los Montes de la Peña y el cierre sur de la cordada de los Montes Obarenes (el pico Humión sobresaliendo); hacia occidente los montes de Espinosa.

El valle de Tobalina desde el pico San Mames

Encaramado a la cara norte de la sierra, podremos observar los restos del castillo medieval de Urria, perteneciente a la poderosa familia de los Velasco.

Para regresar a Tartales de los Montes tendremos que desandar lo andado.


Medina y los Montes de Espinosa desde el pico San Mames

La futura autopista “Dos Mares” :

El día 28 de Diciembre de 2008 se publicaba en el Diario de Burgos la noticia que anunciaba que el Ministerio de Fomento ha aprobado el estudio informativo de la autopista de peaje “Dos Mares” que conectará Miranda de Ebro con Cantabria a través de las Merindades. Ha quedado abierto el plazo de alegaciones que es de 30 días desde el 27 de Diciembre, fecha en que el estudio se publicó en el BOE. Tras este trámite la “Dos Mares” se someterá a la declaración de impacto ambiental.

El trazado de la autopista atravesará el norte de la provincia y su construcción tendrá el inicio en la localidad cántabra de Pesquera, donde cruzará el valle del río Besaya por dos viaductos. La alternativa se desarrolla al norte de la localidad cántabra de Corconte, cruzando otro viaducto sobre las carreteras N-623 y CA-632 para implantarse al este de Cabañas de Virtus y evitar la afección al embalse del Ebro. Será en esta localidad donde se diseñe un enlace que de autopista con las carreteras N-232 y N-623.

La Dos Mares continuará su paso por el norte de los pueblos de Quintanaentello, Soncillo y Cubillos del Rojo, en el valle de Valdebezana. Después de estas localidades la vía transcurre por el vertedero de inertes de Villarcayo y cruza la carretera CL-629 al norte de Villalaín. En el valle del río Nela, la autopista alcanza las poblaciones de Nofuentes y Trespaderne, donde se creará otro enlace con la N-629. La alternativa continúa al norte del río Ebro, por las localidades de Quintana María, Santocildes y Quintana Martín Galíndez. Pasadas estas localidades, la autopista se sitúa al sur de las poblaciones de Garoña y Orbañanos para cruzar los montes Obarenes por un túnel de 5.500 m. A la salida del subterráneo, la Dos Mares se desarrolla al sur de la localidad de Ayuelas hasta enlazar finalmente con la AP-1.

Parece pues que en un futuro no muy lejano la cinta negra del asfalto de la autopista se incorporará al paisaje de la zona. Esperemos que causando el menor impacto posible.


¿Cómo llegar hasta Tartales de los Montes?

Para llegar a Tartales desde Burgos, podemos optar por coger la nacional I hasta Briviesca y allí tomar la carretera hasta Cornudilla, para desembocar en la nacional 232 que nos llevará, pasando por Oña hasta Cereceda; allí deberemos desviarnos a la derecha y coger la carretera que discurre paralela al embalse de Cereceda. Entraremos así por el sector oriental del Valle, siendo el primer pueblo Panizares y el siguiente Hoz. En Hoz cogeremos la maltrecha carretera que asciende a Tartales de los Montes.

Existe otra forma de llegar a Tartales cogiendo la pista forestal que lo une con Tartales de Cilla. Para llegar a Tartales de Cilla seguiremos la ruta del párrafo anterior, hasta haber sobrepasado Oña y llegado al cruce hacia Trespaderne, cuya dirección seguiremos. Nos adentraremos en el desfiladero de la Horadada donde nos encontraremos con el desvío hacia la izquierda para llegar a Tartales de Cilla.

Una tercera forma de llegar desde Burgos es: coger la nacional 623 hasta Sotopalacios y allí tomar la carretera que conduce a Villarcayo. Desde lo alto del puerto de la Mazorra se divisa hacia la derecha todo el valle en su esplendor. Al descender el puerto y llegar a Valdenoceda tomaremos la carretera que se adentra en el valle. El primer pueblo que nos sale al paso es Quintana, más allá la carretera se bifurca, debiendo tomar el ramal de la izquierda, que después de atravesar un puente que cruza el Ebro, nos sitúa en Puentearenas. Le siguen Quecedo, Arroyo, Valhermosa, y Hoz. En este último tomaremos la carretera que sube a Tartales de los Montes.


Dificultad: Media
Tiempo estimado: 4 horas
Autor: Javier Álvarez Díaz



El Celemín sube el Belén a la Tesla.
Navidad del 2008

viernes, 7 de noviembre de 2008

SUBIDA A LA CUEVA DE LOS CARCAVOS DE QUECEDO
Los Cárcavos

Quecedo es un pequeño pueblo perteneciente al Valle de Valdivielso situado en la margen izquierda del río Ebro. Su caserío se extiende a lo largo, en dirección a la sierra de la Tesla, y cuenta con edificios notables como la torre palacio de Los Huidobros.

La ruta comienza siguiendo la carretera que recorre el pueblo en toda su extensión. La carretera se transforma en camino y tras atravesar una zona de chalets, nos encontramos con los paredones calizos que flanquean la entrada a la dehesa de Quecedo. En este lugar, bajo la sombra de una encina centenaria, se celebraban las Juntas generales de la Merindad de Valdivielso. La firma y refrendo de todos los acuerdos se realizaba aquí, aún en tiempo de invierno.
En este punto el camino se bifurca, debiendo tomar el ramal de la derecha. Dejaremos a nuestra izquierda una granja y tendremos que franquear dos vallas que controlan el tránsito de los animales (vacas y caballos). Un paisaje de muros de caliza con su parte superior dentada nos recuerda a la fortificación de un castillo.

Los Cárcavos

Más adelante, en la zona en la que el camino gira a la izquierda y comienza a ascender, abandonaremos éste y continuaremos por un sendero que se adentra entre encinas. De esta forma penetraremos en las estrecheces de la garganta de los Cárcavos. Mientras subimos dando saltos entre los bloques de piedra, solo una pequeña franja de cielo queda visible sobre nuestras cabezas. Algunos ejemplares de haya, avellano y cerezo silvestre crecen aprovechando el escaso suelo existente.
Los Cárcavos
Ascensión por la pedrera

A nuestra derecha descubriremos una amplia cavidad en el macizo rocoso. Un poco más arriba, a nuestra izquierda, comienza una empinada pedrera que deberemos subir para llegar a la cueva. Ésta se abre en la pared de roca que queda a nuestra derecha después de unos 500 metros de ascensión por el canchal.

Entrada a la cueva

Si entramos en la cueva avanzado el otoño, o en los meses de invierno podremos observar “murciélagos de herradura” pertenecientes a la especie Rhinolophus hipposideros, rinolofo pequeño, a los que bajo ningún concepto deberemos molestar.

Formaciones litogénicas
Galería inicial de la cueva

La cueva de los Cárcavos fue una de las primeras cuevas de importancia donde comenzó a trabajar en el año 1952, el Grupo Espeleológico Edelweiss. Este evento fue recogido en el periódico “La Voz de Castilla” en su artículo “Montañeros Burgaleses exploran la Cueva de los Cárcavos”

Descripción de la cueva que hace el Grupo Espeleológico Edelweiss en el “Avance al Catastro Espeleológico de Burgos”, Merindad de Valdivielso BU-VIII.C/BU-IX.A :

Localizada en la cárcava principal de Quecedo, su boca de entrada de 12 x 3 m se encuentra elevada sobre un resalte de la pared y resulta de fácil localización.

Excavada sobre un estrato de roca caliza fuertemente plagado por acción del anticlinal de la Tesla hasta alcanzar un buzamiento de 75º, su trazado es sumamente rectilíneo y perpendicular al buzamiento sobre la dirección NW-SE, aprovechando una juntura de estratificación que en el interior de la cavidad se muestra como una fractura casi vertical que determina la morfología general de la cueva.

Interior de la cueva

El eje principal de la galería es perfectamente horizontal destacando en la zona próxima a la entrada una serie de rampas de fuerte pendiente donde se alcanza la cota máxima de -50 m y en su tramo final donde se localizan diversos pisos o niveles superiores con cotas de +17 m. La cueva presenta abundantes muestras de formaciones litogénicas que la sitúan entre las más bellas de la zona.

Formaciones de carbonato cálcicoLa mejor manera de entrar a la cueva es hacerlo en compañía de una persona experimentada en espeleología, y siempre con el equipo de vestuario y de iluminación necesario.

La vuelta a Quecedo, la realizaremos desandando lo andado.

Dificultad de ascensión: Media
Tiempo estimado, ida y vuelta: 3 horas y media Autor: Javier Álvarez Díaz